Una guía para padres y cuidadores
El acoso escolar es una experiencia dolorosa que muchos de nosotros hemos encontrado en algún momento de nuestras vidas.
Ya sea que hayamos sido receptores o hayamos sido testigos de ello, el impacto puede ser profundo.
En estos momentos difíciles, es fundamental abordar el problema con compasión, evitando la culpa y la vergüenza. En este blog, brindaremos a las familias algunas estrategias compasivas para ayudar si su hijo sufre acoso.
Consejo consciente n.° 1: fomentar la conciencia
Como cuidadores, el bienestar de nuestros hijos es de suma importancia. Sin embargo, fomentar un espacio de comunicación abierta y honesta es fundamental para que se sientan realmente comprendidos y reconocidos. No se trata de tener todas las respuestas; se trata de crear un refugio seguro donde los jóvenes puedan compartir abiertamente sus experiencias de acoso.
En medio de nuestras ocupadas vidas, es importante hacer tiempo para estas conversaciones. Al mostrar nuestra disposición a escuchar, los niños se sienten animados a confiar en nosotros sin miedo. A menudo, les cuesta expresar sus sentimientos con palabras, lo que hace que sea aún más vital para nosotros reconocer los cambios sutiles en sus emociones.
Los jóvenes suelen comunicarse más fácilmente utilizando la tecnología – tal vez enviarles un mensaje de control en su teléfono podría ayudarlos a hablar sobre algo que les molesta. Incluso si no pueden expresarlo con palabras, comuníquese usando emojis o gifs para ayudarlos a expresar lo que están experimentando e iniciar una conversación consciente.
Consejo consciente n.° 2: comunicación abierta
Nuestra Programa Niños Conectados enfatiza la importancia de la comunicación que proviene de un lugar de compasión. Hablar desde el corazón significa expresar nuestros sentimientos con sinceridad, priorizando la conexión emocional antes que ofrecer soluciones inmediatas. Compartir nuestras preocupaciones y reafirmar nuestro amor por nuestros hijos sienta las bases para una conversación significativa.
Hablar con un tono tranquilo y tierno (en lugar de sermoneador o autoritario) es esencial. Es fácil suponer que nuestros hijos comprenden implícitamente nuestras emociones e intenciones. Sin embargo, explicar las razones de nuestras decisiones y acciones cierra esta brecha, permitiéndoles percibir nuestras acciones con conciencia de cuánto nos preocupamos por ellas.
La escucha atenta requiere que cada participante se turne para hablar, fomentando el respeto mutuo. Con niños mayores que pueden dudar en escuchar, ¡un corazón compasivo es nuestro aliado! Es importante no dejarse llevar ni reaccionar ante lo que dicen. Intente practicar la respiración profunda (por ejemplo, la respiración abdominal; vea el video a continuación) mientras comparten sus pensamientos. Esto nos ayudará a controlar nuestras reacciones emocionales, evitar interrupciones y proyectar nuestros propios pensamientos en sus respuestas.
Consejo de atención plena n.º 3: responde (no reacciones)
Mantener la compostura puede ser un desafío, especialmente cuando nos enteramos de que nuestro hijo ha experimentado o ha sido testigo de acoso. El instinto de protegerlos y protegerlos es poderoso y recuerda a una respuesta de “mamá o papá oso”. Si bien este instinto es válido, tenga en cuenta que la atención plena y la comunicación abierta pueden producir un resultado más poderoso.
Antes de actuar, es una práctica poderosa preguntarle a su hijo qué le gustaría que usted hiciera, si es que hiciera algo.
A veces, es posible que necesiten que alguien los escuche más que una solución inmediata. Si necesitan intervención, discutir la posibilidad de involucrar a la escuela o a las autoridades pertinentes de manera inclusiva les ayuda a sentirse empoderados y parte del proceso de toma de decisiones.
Capacitar a su hijo para que aborde el acoso directamente es un paso importante. Los escenarios de juego de roles pueden ayudar a desarrollar la confianza en sí mismos y su asertividad. Recuerde, esto requiere tiempo y paciencia.
Regreso a clases: cómo lidiar con el bullying
A medida que los niños regresan a la escuela, es importante reconocer que los problemas de acoso podrían volverse más comunes. Los cambios en la forma en que interactúan con los demás, combinados con la mezcla de emociones al reunirse con amigos, a veces pueden conducir al acoso.
Este es un momento crucial para utilizar los métodos de atención consciente mencionados anteriormente. Al prestar atención a cómo se sienten nuestros hijos y fomentar conversaciones abiertas, podemos ayudarlos a manejar estas situaciones difíciles con fortaleza y amabilidad.
Si los jóvenes pueden conectarse con nosotros a través de una comunicación consciente, nos ayuda a guiarlos hacia recursos y ayuda que los ayudarán a desarrollar su confianza y superar el acoso.
Pero el primer paso es asegurarse de que sientan que pueden conectarse con nosotros.
¿Sigues buscando respuestas?
Habla con un experto…si necesita hablar sobre esto, recuerde que puede concertar una llamada gratuita con la fundadora del curso, Lorraine E Murray, que puede incluir una vista previa de los módulos del curso.
Descubre el programa Niños Conectados…