Alguien escribió algo en esta página que me impactó. Hay muchas personas, como nosotros, que imparten cursos que enseñan a otros cómo enseñar a los niños la atención plena y la meditación. Sin embargo, algunos de ellos insisten en que el alumno que está aprendiendo a enseñar tiene mucha experiencia en atención plena y meditación.

Sé que esto parece sentido común y sí, realmente creo
que deberíamos practicar la meditación nosotros mismos y enseñar a nuestros hijos (no tiene sentido que intenten estar en paz y nosotros seguimos siendo lo contrario, ¿sí?)

Sin embargo, sé por experiencia que los principiantes completos (adultos que deseen apoyar a los niños de esta manera) pueden enseñar a sus hijos a meditar. Lo sé porque lo he visto y escuchado con mis propios ojos y oídos. Enseñar a los niños a meditar es una experiencia bidireccional. Es una experiencia consciente, por lo que al enseñar nos volvemos cada vez más conscientes y conscientes. "Pensamos" que les estamos enseñando meditación a los niños, pero lo que realmente estamos haciendo es enseñarles meditación y darnos un momento con nuestra propia respiración, nuestro propio cuerpo y nuestra propia mente para observar.

Les damos a nuestros hijos una habilidad para la vida y un hermoso regalo cuando les enseñamos la meditación. Nos dan un maravilloso recordatorio para conectarnos y ser conscientes de la energía del niño interior que necesita cuidados, espacio, paz y amor.

Por lo tanto, no crea que es necesario tener un certificado o mucha experiencia para involucrar a sus hijos de esta manera. Si no puede pagar los cursos o los libros, haga lo que pueda. Lea y absorba todas las cosas gratuitas en Internet y comience a reconstruir la relación con la parte amorosa e intuitiva de usted que siempre está lista y capaz de enseñar a sus hijos la meditación.

Para todos los que están tratando de plantar semillas de paz a nivel mundial de esta manera, gracias.

Namaste

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1 comentarios

  1. Namaste,

    ¡Ojalá hubiera empezado a meditar mucho antes en mi vida! Cuanto más joven aprenda un niño a meditar, mejor será su vida cuando llegue a la edad adulta. Mi infancia estuvo llena de angustia y además era muy tímida. No sabía cómo expresar mis sentimientos, miedos y tensiones. La meditación ha cambiado completamente mi perspectiva de mi mundo. Mi mente es libre para ser creativa y relajada. ¡Paz y mucha felicidad!

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